Hoy

La Tribu Bocatera sigue creciendo cada día: en infraestructura, en voluntarios (de toda nacionalidad, etnia, religión y condición: estudiantes, jubilados, empresarios, «menas», etc. ¡hay de todo en la viña de Bocatas!), en personas a las que llegamos (¡y que nos llegan a nosotros!) y, sobre todo, en la conciencia de que la vida es para darla y de que la caridad ensancha el corazón y es el remedio para el hastío y el yoísmo del ser humano contemporáneo. ¿A qué esperas para unirte a nuestra tribu?